Podemos definir las plataformas colaborativas como una red de apoyo local de intercambio de tiempos y servicios que favorece la vida independiente de las personas en el medio rural.
En España más de 7,5 millones de personas viven en zonas rurales. Y quieren seguir haciéndolo. Pero, para que esto pueda ser así, es fundamental dar respuesta a sus necesidades y afrontar con solvencia los retos que se les presentan en el día a día. Entre ellos, sufrir una soledad no deseada es una lacra que no solo atenta contra la dignidad de la persona, sino que según un estudio de la Fundación ONCE, supone un coste país de 14.141, más de un 1,1% de nuestro PIB.
La Unión Europea tiene como objetivo que las comunidades rurales del territorio sean en 2040 más fuertes, más resilientes y conectadas para que, en definitiva, sean más prósperas. Esas son las claves de la estrategia “Visión a largo plazo para las áreas rurales”, presentada en 2021 por la Comisión Europea. Y para ello, uno de los pilares debe ser fomentar las relaciones interpersonales entre sus habitantes, concretamente entre el colectivo de personas mayores, sobre todo en un país con altos ratios de envejecimiento de la población y un vasto medio rural, que en un 90% del territorio acoge apenas a un 20% de la población.
Tomando directrices esta estrategia e indicadores, el proyecto ARADOS es un proyecto de innovación tecnológica y social que integra diferentes aplicaciones para constituir Áreas Rurales Amigables y Solidarias. Se trata de una plataforma colaborativa digital que pone en contacto a demandantes de bienes y servicios en el medio rural (adultos mayores y personas que los atienden) con proveedores de dichos bienes y servicios, con el fin de que puedan intercambiárselos mediante el sistema de trueque entre aquellos y aquellas que se adhieran a la plataforma.
El portal web se ha desarrollado con premisas de accesibilidad y usabilidad, convirtiéndola en una herramienta sencilla e intuitiva con una gran funcionalidad.
Su innovación se traslada también al ámbito social ya que favorece la participación local y la creación de una red de apoyo basada en el aprovechamiento de la oferta ciudadana. Para ello, se han integrado múltiples servicios para favorecer la vida independiente, la gestión del cuidado y la atención, teniendo siempre en cuenta las vertientes físicas, psíquicas cognitivas y sociales que afectan a las personas que viven en el medio rural.
Los principales objetivos directos de este proyecto están focalizados en la persona como al territorio:
- Mejora de la calidad de vida y dignidad de las personas. Incentivamos hacer una reflexión a través de indicadores objetivos de la situación real del medio rural, favoreciendo la autonomía personal y combatiendo la soledad no deseada
- Coordinación eficiente de servicios de apoyo, asesoramiento, ayuda y atención para la vida independiente, visibilizando y facilitando acceso de la población mayor a una cartera de servicios de diversa índole de apoyo en su vida cotidiana
- Participación local activa. El proyecto está establecido desde un enfoque ascendente, con la participación de la sociedad civil en todo el ciclo de vida de su desarrollo
- Solidaridad intergeneracional. La solidaridad se establecerá en la configuración de las bases para la creación de una red de apoyo local e intercambios de tiempo y servicios, a modo de banco del tiempo
Además, supone avanzar en otros aspectos indirectos tales como:
- Fomento del empleo, de la diversidad y de la igualdad de oportunidades. En su definición se ha movilizado y coordinado, de modo conjunto, a todos los actores, incluyendo a asociaciones de mujeres y de otros ámbitos, así como a colegios profesionales, y propiciando cauces para la creación de empleo y la interrelación entre las personas y entre el medio rural y urbano
- Mantener y fijar población rural. Que las personas puedan vivir donde lo están haciendo habitualmente, mejorando las condiciones de su entorno y atrayendo nueva población
- Proyección y sensibilización transregional. Difusión, comunicación y transferencia de experiencias y buenas prácticas entre los territorios con el objeto de avanzar hacia una convergencia en los distintos modos de actuar hacia una diversificación de la economía rural
- Nuevo flujo de relaciones y sinergia entre el plano profesional y local y, en consecuencia, de aprendizajes mutuos
La misión de esta plataforma es constituir un medio colaborativo virtual que proporcione canales de comunicación bidireccionales y herramientas interactivas para facilitar el intercambio de experiencias y el aprendizaje mutuo a los distintos agentes rurales.
En COTESA enfocamos cada día nuestra experiencia y el conocimiento de nuestros profesionales a iniciativas centradas en la persona que contribuyan a la sostenibilidad social y económica de los territorios a través de un uso inteligente de la tecnología. ARADOS es un ejemplo más de nuestras soluciones innovadoras en el ámbito de la digitalización de los servicios sociales y de la innovación socioasistencial para dar respuesta a los retos de las instituciones públicas y privadas del ecosistema social. Algunos otros ejemplos:
- Soluciones aplicadas a la planificación estratégica y gestión de políticas y servicios sociales y su monitorización
- Digitalización de procesos y actividades en residencias y hogares de personas mayores y de colectivos vulnerables para mejorar la eficiencia interna y la calidad de servicio al ciudadano
Órgano concedente:
El desarrollo de este proyecto se enmarca en la Orden por la que se efectúa la convocatoria correspondiente a 2020 de las ayudas establecidas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para el apoyo a agrupaciones empresariales innovadoras con objeto de mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas. En concreto, este proyecto se acota como proyecto en colaboración para, aprovechando las tecnologías y conocimientos ya existentes, desarrollar un observatorio y plataforma de servicios bajo un esquema innovador, como desarrollo experimental.
Su desarrollo ha estado a cargo de un consorcio de entidades del que también han formado parte los clústeres AEICE y SIVI, la FUNGE de la UVA, así como los Institutos ICCL e ITCL, realizando una experiencia piloto en la Mancomunidad del Valle del Esgueva.